Es cuestión de perspectiva.
A lo largo de los años me he dado cuenta que una mirada diferente es casi siempre la respuesta, nos da visión y creatividad. Qué fácil es decirlo y qué obvio parece, verdad? Sin embargo me encuentro con empresarios o empresas que hacen siempre lo mismo y se quejan de los resultados. No todos claro, y aquí está la diferencia. Algunos ven lo que otros no, o mejor dicho, creo que algunos miran de forma distinta.
Mirar de otra forma es un proceso que se puede aprender, y en algunos casos, solo se trata de recordar como mirábamos cuando éramos niños.
Si os fijáis, veréis lo fácil que es para los niños observar y prestar atención a detalles, no les asustan las novedades, de hecho las buscan y les atraen. En cambio, los adultos, a menudo pasamos por alto detalles y cambios en nuestro entorno, o peor, damos por sentado que todo seguirá igual y ya ni observamos.
Si bien el instinto explorador es innato en nosotros, también es innato buscar la seguridad y de esta manera creamos una falsa sensación de estabilidad, algo que, como empresarios, no nos podemos permitir.
Así que hay que crear hábitos nuevos. Podemos empezar por ver como interpretamos lo que descubrimos, ya que suele ser muy cultural. Solemos analizar los detalles y la importancia de cada elemento por separado y damos por sentado el conjunto, pero cada uno de estos detalles converge con el resto y por ende se configura un nuevo conjunto único.
Analiza como un explorador, con perspectiva
Por eso el enfoque analítico es tan importante y es el aprendizaje que quiero compartir contigo. Cuando analices, hazlo como un explorador, con perspectiva, no aísles los elementos, ya que se descontextualizan y perderás información. Analiza para entender la realidad en la que te mueves y hazlo como cuando observas un paisaje: vemos el todo y a la vez podemos hacer zoom en cada particularidad para volver a una mirada global e inclusiva y sobretodo, entender que sin el entorno adecuado, dicha particularidad no seria posible.
Formamos parte de un ecosistema y este nos condiciona, pero a la vez nosotros incidimos en él. Recordando e interiorizando este concepto tan sencillo, es la forma de empezar a mirar diferente y en el mismo proceso aprender a mirar mejor. Una vez cambiado el enfoque hay que pasar a la acción, o mejor dicho a explorar para poder trazar un mapa más real y decidir el próximo itinerario.
Analiza diferente y encontrarás respuestas diferentes.
En el mundo de los negocios he observado que dos de los grandes pilares que tienen las empresa consistentes en el tiempo son: entender el entorno (analiza) y proponer soluciones nuevas (innovar).
Para incorporar estas palancas de crecimiento en la estructura de la empresa de una forma eficiente, os recomiendo pasar a la acción con lo que yo llamo el “método en espiral”, es decir dentro del Plan de Acción del negocio. Interiorizamos que dichas acciones son parte de un proceso de mejora y aprendizaje y que cada acción deberá ser analizada y reajustada.
En el anterior articulo (Estrategia en acción) ya hablé de los tres pasos y ya pusimos el análisis en el centro pues para mi es el punto de partida y uno de los grandes olvidados.
Pero para poder analizar algo con este método primero hay que actuar, no permitir que el análisis genere parálisis, entender que el primer movimiento deberá someterse a mejora, así cuando pasemos al análisis, lo veremos diferente, ya tendremos experiencia, interacción con el cliente y mas información a cerca de los recursos propios que hemos destinado realmente, es decir la propia acción ya nos lleva a una mirada diferente.
Si interactuamos con nuestro entorno es la mejor manera de entenderlo/analizarlo de verdad y no correr el peligro de que el análisis nos aliene de este.