
Una de las cosas que más me gusta de esta época (principios de año), es que todo está diseñado para llevarte si o sí a parar y reflexionar. Algunos analizan el año pasado, otros planifican el año que viene y otros lo intentamos y por el camino nos encontramos con la hoja en blanco, o el año, mejor dicho. De repente parece posible hacer las cosas completamente diferentes, asumir nuevos retos y en vez de planificar, podemos imaginar, soñar y desear. Así que os recomiendo un ejercicio completamente necesario para un emprendedor, crear o revisar la visión, que a mi parecer es imprescindible, absolutamente
imprescindible para impulsar la creación de un negocio.
¿Y sabes qué? Que tengo la entera certeza de que todos la tenemos, lo que no tengo tan claro es si todos nos atrevemos a descubrirla; algunos por miedo a cegarse, otros por miedo a no conseguirlo y frustrarse y otros incluso por miedo a cumplirla, que quieres que te diga, somos complicados de narices y los miedos están allí, pero solo si dejas que esa visión se quede encerrada en tu cabeza.
Así que mi blog de hoy va en forma de consejo, atrévete a verbalizarla, compartirla, escribirla o dibujarla, hazlo como quieras, pero deja que salga, aprovecha esta época de reflexión, planificación, estrategia y programación, rompe el papel en blanco y déjate guiar y motivar por ese borrón, que seguramente no se cumpla tal y como lo ves ahora, pero que seguro será algo mejor porque será real y esta visión que despiertes cuanto antes, habrá sido la semilla, esa es su función.
Pero ojo, no la confundas con un objetivo, o te agotaras antes de tiempo. Te explico, la visión es lejana y algo intangible, pero brilla mucho (vamos que es casi perfecta), cuando intentamos alcanzarla debemos fijar objetivos y acciones, ya no son tan perfectos, pero son más concretas, cercanos y factibles, así que todo lo que vayamos haciendo tendrá coherencia y un hilo conductor que irá consolidando y transformando tu negocio, proyecto y/o idea.
Para terminar, te quiero compartir como lo hago yo para desembrollar la visión de mi negocio, a veces brillan tanto que si las miras de frente no la ves bien. Si me conoces un poco igual ya te lo has imaginado, lo que yo suelo hacer es hablarlo, si, lo has leído bien, lo hablo, con mi marido, compañeros de oficina, amigos, clientes y familiares, y escucho como suena cuando la intento explicar y al intentar hacerme entender va cogiendo forma y se hace más visible, voy notando como me siento cuando la explico y que energía desprendo y ya no te puedo decir más porque simplemente llega un momento que se que es lo que quiero.
Y luego, pues toca currar, fijar objetivos, diseñar estrategia, analizar e implementar acciones. Eso ya te lo cuento si me contactas.