Los seres humanos seguimos modas. Esto es un hecho.
Actualmente, parece que todos debemos convertirnos en expertos en productividad. En las librerías siempre hay un libro de gestión del tiempo entre los 10 más vendidos.
«Que si para gestionar el tiempo, trabaja por bloques.», «Que si apaga las notificaciones y trabaja sin interrupciones.», «Que si utiliza la técnica pomodoro de trabajar 20 minutos y descansar 5.»
Pues esto es una oportunidad para tu negocio: tus clientes no tienen tiempo.
¿Y si, además de tu producto o servicio, solucionas este problema?
A mí me gusta ir más allá en los negocios. Tengo una mente muy analítica y cuando empiezo un proyecto veo de inmediato áreas de mejora. Y hay un factor común en muchos de los negocios con los que trabajo: no monetizan el tiempo de sus clientes.
Imagínate que vas a la peluquería, que es un ejemplo fácil y muy cotidiano. ¿Cuánto tiempo pasas allí? ¿Vas tanto como te gustaría? Yo, entre una cosa y otra, tengo que cuadrar muy bien la agenda porque sé que, cuando voy, me estaré unas horas. Y aunque me encanta ir, siempre es más un dolor de cabeza que otra cosa, imagino que no es lo que la peluquería ni ningún negocio querría, ¿no?
¿Te imaginas que pudiera obtener el mismo resultado en la mitad de tiempo? No sé tú, pero yo ya firmo.
Pues si una peluquería me ofreciera un tratamiento en menos tiempo, seguramente pagaría más, y tal vez no todos lo harían o no siempre, pero de eso se trata: de dar opciones al cliente cuando las necesita y que ellos decidan qué hacer con su tiempo y su dinero.
Aquí podría poner algún dato, dicen que demostrar con datos refuerza el argumento, algo como «el último estudio de EAE Business School en Tendencias en Experiencia de Cliente demuestra que la gente valora el servicio personalizado justo después de la relación calidad/precio», por lo tanto, es con opciones que un negocio consigue ofrecer un servicio personalizado al máximo.
Y no siempre se trata de ahorrar tiempo. También puedo generar negocio simplemente demostrando al cliente que valoro su tiempo. Si sigo con el ejemplo de la peluquería, si añadiera wifi y otras comodidades para trabajar, estoy segura de que la elegirían antes que a otra, volverían antes y vendrían más relajados. Porque pagamos para tener más tiempo, todos tenemos solo 24 horas.
En definitiva, queremos optimizar nuestro tiempo.
Si te quieres diferenciar de la competencia, observa a tus clientes. ¿Hay alguna manera de que puedas regalarles más tiempo? Porque si encuentras la manera, el valor de tu producto o servicio aumentará.
Igual que yo pagaría más por un tratamiento para el cabello en el que no tuviera que invertir toda la mañana, en tu negocio estoy segura de que podemos encontrar maneras de optimizar el tiempo para que tus clientes se sientan cuidados y satisfechos en el menor tiempo posible.
Tal vez un detalle que no habías considerado hace la diferencia en tus clientes. Piensa que tus clientes no compran un producto o servicio. Compran cómo les hace sentir ese producto o servicio. Compran la solución, cuanto más amplia y efectiva sea, mejor.
A veces se trata simplemente de no hacerles perder tiempo. Revisa cuánto tiempo tienen que invertir para adquirir tu producto o servicio y si les aporta beneficio a ellos (no a ti). Si el beneficio es solo para ti, sería bueno que minimices o elimines esa parte del proceso. Si el beneficio es para el cliente, asegúrate de comunicárselo.
La clave aquí está en recordar que, al igual que tú no tienes tiempo, tu cliente tampoco y, por lo tanto, el beneficio final para él será que a la larga ahorrará tiempo. Tú debes asegurarte de que lo entienda.
Si ofreces un servicio de consultoría, por ejemplo, necesitas que el cliente se implique e invierta tiempo. Esto puede ser una objeción, una razón para no contratarte, aquí sería importante comunicarle los beneficios, por ejemplo de la siguiente manera:
Si haces consultoría conmigo, optimizarás los procesos y no será una solución temporal porque como sabrás cómo hacerlo, podrás replicarlo sin contratarme otra vez (ahorras tiempo y dinero).
Si compras mi servicio, aumentarás el beneficio de tu empresa en 6 meses. (ganas dinero y ahorras tiempo porque, si lo haces tú solo, tal vez tardes el triple).
Si me contratas, te enseñaré cómo mejorar este aspecto de tu negocio y facturarás más porque tus clientes estarán más contentos y comprarán más. (Aquí inviertes tiempo, pero te prometo ganar más dinero de manera más fácil: aprovechando los clientes que ya tienes y, por lo tanto, invertirás menos tiempo en buscar nuevos clientes).
Y si tienes un producto o servicio de una calidad inmejorable, imagínate si, además, encuentras la manera de que tu cliente tenga un beneficio superior.
Tiempo y dinero están íntimamente relacionados: al final compramos con dinero lo que no tenemos tiempo para hacer, ¿no? Si ahorras tiempo a tus clientes, ganan dinero los dos.
Así que, recuerda:
Ahorra tiempo a tu cliente, valora el tiempo de tu cliente y no le hagas perder el tiempo a tu cliente.
La mejor gestión del tiempo que puedes hacer para tu negocio es encontrar una manera de monetizarlo.